Diego Echegoyen ha sido premiado en la categoría joven en la octava edición de los Premios Novia Salcedo.
Formar e integrar a jóvenes es uno de los requisitos que se valoran para ser merecedor de nuestros Premios. ¿La obtención del mismo puede ayudar a continuar con su labor?
Definitivamente. El Premio Novia salcedo pone en relieve el optimismo y el compromiso hacia los jóvenes de diversos actores. No hay otra manera de construir un futuro virtuoso, si los jóvenes no se incluyen en el centro de las soluciones. La sociedad desea ejemplos y respuestas y este premio posibilita que iniciativas que están transformando la realidad sean reconocidas por su tenacidad y su esfuerzo, la realidad actual no es fácil, la semilla del ejemplo entusiasta es clave para comprometer a otros.
Este año hemos añadido una categoría que premia a las Administraciones públicas. ¿Estás de acuerdo en que la colaboración público-privada favorece las políticas de inserción de los jóvenes? ¿En concreto, cómo lo viven en El Salvador?
Los Estados y los gobiernos, como administradores temporales son claves para intervenir con apuestas de gran calado. El presupuesto estatal nunca alcanza y siempre habrán prioridades sobre otras, pero la inserción de los jóvenes es un tema sensible. En El Salvador el 60% de la población tiene menos de 35 años. Tenemos un Bono demográfico que hay que atender estratégicamente para asegurar un circulo virtuoso para el país del futuro. En esta visión, la integración de los jóvenes y el papel de la Administración Pública son vitales.
Los jóvenes, la mujer, la economía verde, la economía circular… son áreas que valoramos mucho en la Fundación Novia Salcedo. ¿Opinas que son referencias imprescindibles en el buen desarrollo de las organizaciones modernas?
El nuevo paradigma del desarrollo necesariamente debe adoptar un firme compromiso con temas tan sensibles como la juventud, la economía verde y horizontal. Justamente la modernidad es la que requiere un balance entre desarrollo y sostenibilidad.
¿Cuál crees que sería uno de los requisitos necesarios para impulsar el empleo juvenil?
Es un tema coyuntural, y requiere un análisis profundo sobre cómo deben seguir respondiendo todos los actores clave a esta necesidad. Sin embargo, hay algunas respuestas y soluciones que se pueden avanzar: las alianzas público-privadas pueden generar oportunidades de crecimiento intensivo; el aprovechamiento de las tecnologías y el Desarrollo que posibilita la cuarta Revolución Industrial. Por otro lado, también la tecnificación de las agroindustrias podrá aportar oportunidades a la juventud rural. En todo esto hay un tema transversal que es la empleabilidad; es decir, las herramientas para que los jóvenes sean sujetos de un ingreso optimo al mundo laboral
¿Cuál es la situación actual de la juventud salvadoreña?
El Jurado, cuando anunció el Premio Novia Salcedo justificó haberlo otorgado a su servidor con un texto que resume a las generaciones jóvenes de mi país El Salvador decía el Jurado que realizamos “la promoción de la juventud en una coyuntura adversa marcada por la polarización, la delincuencia y la falta de oportunidades.” Ciertamente los índices delincuenciales y las tazas de homicidios dictan que ser joven es un crimen; pero hay una generación entusiasta de líderes que no renuncian a sus sueños y que promueven como la apuesta más grande su compromiso por proveer de un futuro a nuestro país.
¿Cómo recibe la noticia de la obtención del Premio Novia Salcedo?
Ha sido una gran noticia. Este reconocimiento permitirá exponer mi apuesta por la integración de la juventud salvadoreña en diversas dimensiones.
Este premio me despierta el mismo compromiso que adquirí, a mis 14 años, cuando empecé con mucho entusiasmo mi compromiso con la sociedad: pasión, sensatez y reflexión sobre el rol de un joven para su comunidad, su país y para su región.
Recibo este premio con mucha ilusión y soy consciente del paso del tiempo, pero la responsabilidad nos llama a contribuir, también, en los procesos de relevo generacional, dejando los espacios a los más jóvenes para que, con su entusiasmo y con las nuevas dinámicas de la información y la comunicación, puedan ser líderes, ciudadanos y jóvenes transgresores en positivo y que sus aportes posibiliten ese justo y brillante futuro.